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El estado de las finanzas climáticas en Colombia

Por: Janeth Ugalde, Coordinadora de Investigación y Orlando Barbosa, Asociado en Investigación en GFLAC 



El reciente evento organizado por el Grupo de Financiamiento Climático para América Latina y el Caribe (GFLAC) brindó un espacio vital para analizar a detalle el panorama del financiamiento climático en Colombia, se destacaron tanto los desafíos como las oportunidades que enfrentan en su transición hacia una economía sostenible. El evento contó con la participación de destacados expertos que compartieron sus análisis y perspectivas.  

 

Sandra Guzmán, fundadora y directora general del GFLAC, estableció el tono del evento con un contundente llamado a la acción frente al cambio climático, respaldado por los alarmantes mensajes e informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC). Destacó los resultados del Índice de Finanzas Sostenibles (IFS) de GFLAC, evidenciando que Colombia ocupa la décima posición entre los 20 países analizados, con una puntuación de 1.6 de 4.0 puntos, con un nivel “MEDIO BAJO” de finanzas sostenibles. Sin embargo, se observó una mejora significativa en la recepción de financiamiento internacional destinado al cambio climático, así como en la generación de financiamiento nacional. La emisión de bonos verdes y sostenibles ha permitido ampliar el espacio fiscal para inversiones en proyectos medioambientales. 

 

El impuesto al carbono y otras políticas públicas han sido fundamentales para crear un entorno favorable para las inversiones sostenibles. Estas políticas no solo han incrementado los recursos disponibles, sino que también han incentivado a las empresas a adoptar prácticas más sostenibles. 

 

Continuando con esta línea crítica, Carolina Díaz, representando al Departamento Nacional de Planeación de Colombia, ofreció una perspectiva gubernamental sobre el desarrollo sostenible, enfatizando la importancia de la planificación estratégica en la movilización de recursos. Destacó los esfuerzos del gobierno colombiano en la creación de políticas públicas que promuevan la inversión en energías renovables y en la adaptación al cambio climático.

“La implementación de un impuesto al carbono ha sido un paso crucial para aumentar la disponibilidad de recursos públicos destinados a la mitigación del cambio climático”, Carolina Díaz (DNP).

Estas políticas no solo buscan reducir las emisiones, sino también fomentar el crecimiento económico a través de la creación de empleos verdes, asegurando que las iniciativas climáticas sean sostenibles a largo plazo. 

 

Por su parte, Sebastián Carranza del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), subrayó el papel crucial de las políticas y la cooperación internacional. Subrayó la necesidad de incrementar la participación de Colombia en los mercados internacionales de bonos verdes.


“Los bonos verdes representan una oportunidad significativa para atraer inversiones extranjeras que apoyen proyectos sostenibles en el país”, Sebastián Carranza (PNUMA).

También destacó la importancia de diversificar las fuentes de financiamiento para reducir la dependencia de préstamos que aumentan la deuda nacional. Enfatizando que el financiamiento no solo debe provenir de fuentes internacionales, sino también del sector privado colombiano. Al involucrar a empresas locales en la emisión y compra de bonos verdes, se puede crear un mercado interno robusto que respalde proyectos sostenibles.  

 

Desde la perspectiva del sector privado, Santiago Briceño de Pooled Fund on International Energy, presentó un análisis crítico sobre la dependencia de Colombia en actividades intensivas en carbono, como la exportación de petróleo.


“Aunque los ingresos de estas actividades son considerables, representan un desafío para la sostenibilidad a largo plazo del país", Santiago Briceño, (PIE).

Santiago Briceño instó a una transición gradual hacia una economía baja en carbono, sugiriendo políticas que incentiven la inversión en tecnologías limpias y la reforestación. Propuso la implementación de incentivos fiscales para empresas que adopten tecnologías limpias y prácticas sostenibles, así como la creación de alianzas público-privadas para financiar proyectos de reforestación y conservación de ecosistemas 


Carolina Useche de World Resources Institute en Colombia, presentó un análisis crítico del presupuesto nacional destinado a la mitigación y adaptación climática. Aunque reconoció incrementos en la financiación, señaló que estos aún son insuficientes. Su análisis sugirió que una reevaluación de prioridades presupuestarias es necesaria para enfrentar efectivamente los desafíos climáticos, instando a una mayor asignación de recursos para la protección de la biodiversidad y la resiliencia climática. 


Finalmente, Xiomara Acevedo de Fundación Barranquilla +20 cerró el evento con un llamado a la acción coordinada. Argumentó que la fragmentación de esfuerzos entre actores financieros y gubernamentales diluye el impacto de las inversiones climáticas. Promovió la necesidad de una estrategia integrada que alinee los flujos de financiamiento con los objetivos climáticos nacionales. Sugirió que, solo a través de una colaboración efectiva se podrá asegurar un futuro sostenible para Colombia. Resaltó la importancia de que todas las partes interesadas, desde el sector público hasta el privado y las comunidades locales, trabajen conjuntamente en una visión compartida para el desarrollo sostenible. 

 

El evento concluyó con una perspectiva optimista y un compromiso reafirmado. Los avances logrados hasta ahora en el financiamiento climático de Colombia son un testimonio del potencial del país para liderar en la lucha contra el cambio climático en la región. Sin embargo, queda claro que el camino por recorrer aún es largo y requiere un esfuerzo continuo y coordinado.  


También se expresó la urgencia de seguir implementando políticas públicas efectivas que fomenten y posicionen un impacto significativo en la lucha contra el cambio climático. Además, la diversificación de las fuentes de financiamiento y la creación de un mercado interno robusto de bonos verdes son pasos cruciales. Finalmente, una estrategia integrada y una mayor cooperación entre todos los actores involucrados asegurarán que Colombia no solo cumpla con sus objetivos climáticos, sino que también se convierta en un modelo a seguir en la región. 





Agradecemos sinceramente la valiosa contribución de todos las personas participantes e interesadas en este evento. Los invitamos a revivir el evento en nuestras redes sociales y a estar atentos a futuras actividades relacionadas con el tema para participar en las próximas conversaciones.   

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