Lo bueno, lo malo, y lo pendiente de la COP28
Por: Sandra Guzmán, Directora General, GFLAC
La COP28 representó una importante parte del proceso multilateral en materia de cambio climático por diversas razones, entre ellas, porque debía presentar el primer balance global sobre el grado de cumplimiento del Acuerdo de París; además de la operacionalización del Fondo de Pérdidas y Daños, y un plan para sacar los subsidios y los combustibles fósiles del plano económico.
Además en esta COP se discutieron muchos otros temas críticos para el proceso, incluyendo muchos aspectos de financiamiento. Aquí resalto los aspectos positivos, los negativos y los pendientes de este importante proceso:
Lo bueno:
- Operacionalización del Fondo de Pérdidas y Daños: contra todo pronóstico, el primer día de la negociación se aprobó la operacionalización del Fondo de Pérdidas y Daños y hay al menos contribuciones por 700 millones de dólares. Si bien esto solo representa una porción mínima de lo que se necesita, un asunto crítico será asegurar que la nueva meta de financiamiento integre asignaciones tanto para adaptación como para mitigación, y para pérdidas y daños.
- Diálogo para hacer los flujos de financiamiento consistentes con el desarrollo bajo en carbono: el texto del balance global reconoce la importancia del artículo 2.1.c para hacer los flujos de financiamiento consistentes con el desarrollo bajo en cabo y resiliente al clima, y reconoce que lograr esto debe ser complementario a la provisión de financiamiento de países desarrollados a países en desarrollo como se establece en el artículo 9 del Acuerdo de París. También se habla de que seguirá habiendo un diálogo para mejorar el entendimiento entre partes sobre lo que es el artículo 2.1.c.
- Llamado a la reforma del sistema financiero: se establece una clara referencia a la necesidad de reformar la arquitectura financiera (bancos multilaterales y demás instituciones financieras) para escalar “significativamente” el financiamiento climático, y se reconoce que se requieren recursos principalmente en forma de donaciones y financiamiento concesional.
Lo malo:
- Acuerdo débil para sacar los subsidios a los combustibles fósiles: aunque en el texto del balance global se habla ya de “sacar” y no solo “reducir” subsidios “ineficientes” a los combustibles fósiles que no estén dirigidos a la reducción de la pobreza, señala que debe ser “tan pronto como se pueda”, es decir no hay una fecha clara para alcanzar esto que era crítico para el proceso. Se habla también de transitar lejos de los combustibles fósiles, pero establece el año 2050 como año meta para alcanzar la carbono neutralidad. Pese a que la llaman una COP histórica por el mensaje al sector fósil, no hay un sentido de urgencia para alcanzarlo. En esta parte también se da apertura a tecnologías como la energía nuclear para alcanzar la transición. Todo lo anterior, son puntos de alerta.
- No da predecibilidad a recursos para las pérdidas y los daños: ni en el texto del balance global, ni en el texto de la nueva meta se reconoce la provisión de financiamiento para el tema de pérdidas y daños de manera explícita. Por lo que los países tendrán que integrar medidas en materia de pérdidas y daños en sus instrumentos de política como NDCs y NAPs para buscar predecibilidad dd estos recursos.
- No escalamiento de financiamiento para adaptación: en el texto del balance global se reconoce la brecha de financiamiento para adaptación pero no se habla de un plan para escalarlo más allá de “duplicarlo” para 2025 como se estableció desde la COP26. Aunque habla de que el financiamiento para adaptación debe ser balanceado con relación al financiamiento para mitigación, esto requeriría al menos 10-18 veces más.
Lo pendiente:
- El diseño efectivo de una nueva meta colectiva y cuantificable de financiamiento: el texto de la nueva meta establece un proceso para el diseño durante 2024, año en que tendrá que aprobarse. Se habla de un formato que combinará diálogos técnicos con un diseño de texto para entrar en proceso de negociación de manera temprana. Si bien no se acordaron muchos elementos de sustancias, entrar en un proceso de negociación temprana será importante para evitar retrasos en la COP29, ya que la nueva meta será el tema más importante en la COP29. Por su parte el texto del balance global señala que el diseño de la nueva meta tomará en cuenta la urgencia de apoyar la implementación de las contribuciones nacionalmente determinadas y las políticas nacionales de adaptación, y considerará las necesidades cambiantes de los países en desarrollo. Sin embargo hace mención a que se considerarán diversas fuentes de financiamiento, cuando los países en desarrollo querían que la nueva meta fuera primariamente pública.
Sobre procedimientos: la Presidencia fue cuestionada en diversos momentos por su interés de acelerar decisiones que pudieron resultar en apresurar discusiones que requerían más tiempo. Lo que es un hecho es que lo sucedido en la COP28 no fue un consenso deseado, una vez más los países más vulnerables lucharon por un paquete integral que no fue respetado por los países con mayores intereses petroleros.
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